ANTÓNIO GUTERRES PROPONE UN PLAN DE TRANSICIÓN HACIA LAS ENERGÍAS RENOVABLES A TRAVÉS DE CINCO PASOS
La Organización Meteorológica Mundial ha publicado un informe sobre el Estado del Clima Mundial en 2021, el cual confirma que los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. Ante estos resultados, el Secretario General de las Naciones Unidas afirmó que se trata de un gran fracaso como humanidad y sostuvo la urgencia de avanzar hacia la transición energética.
Luego de conocer los resultados del Informe sobre el Estado del Clima Mundial 2021, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas , afirmó que se trata de una: "sombría confirmación del fracaso de la humanidad en detener el cambio climático". Según el documento elaborado por los científicos de la Organización Meteorológica Mundial, cuatro indicadores de la situación de nuestro clima, las concentraciones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar, la temperatura de los océanos y su acidificación, volvieron a batir récords en 2021.
El estudio advierte que, además de los efectos en el medioambiente, los fenómenos meteorológicos extremos, la cara cotidiana del cambio climático, se cobraron la vida de muchas personas y costaron cientos de millones de dólares a la economía. También pusieron en riesgo el acceso a los alimentos y el agua, llevando a un desplazamiento de personas que se ha acentuado en 2022.
El informe de la agencia de la ONU sobre el Estado del Clima Mundial en 2021 confirma que los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. El mundo debe actuar en esta década para evitar que se agraven los impactos climáticos y para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5° sobre los niveles preindustriales. El informe expone algunos indicadores clave a tener en cuenta:
Gases de efecto invernadero:
Las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo máximo mundial en 2020, cuando la concentración de dióxido de carbono (CO2) llegó a 413,2 partes por millón (ppm) a nivel global, o el 149% del nivel preindustrial. Los datos de lugares específicos indican que siguieron aumentando en 2021 y a principios de 2022, con una media mensual de CO2 en Mona Loa, en Hawái, que alcanzó 416,45 ppm en abril de 2020, 419,05 ppm en abril de 2021 y 420,23 ppm en abril de 2022.
Temperatura mundial:
La temperatura media anual global en 2021 se situó en torno a 1,11 (±0,13) grados por encima de la media preindustrial de 1850-1900. Este registro es algo menos cálido que algunos años recientes debido a las condiciones de enfriamiento de La Niña a principios y finales del año. Aun así, 2021 se sitúa entre los siete años más cálidos registrados, que van de 2015 a 2021.
Olas de calor
Varias olas de calor excepcionales batieron récords de temperatura en el oeste de Norteamérica y en el Mediterráneo. En el Valle de la Muerte (California) se alcanzaron 54,4° el 9 de julio, igualando el valor más alto registrado en el mundo en 2020 desde al menos la década de 1930, y en Siracusa (Sicilia) se alcanzaron 48,8°. La provincia canadiense de Columbia Británica alcanzó los 49,6° el 29 de junio, lo que contribuyó a que se registraran más de 500 muertes relacionadas con el calor y alimentó devastadores incendios forestales que, a su vez, agravaron los efectos de las inundaciones de noviembre.
Temperatura de los océanos
La temperatura del océano sí marcó un récord. La parte superior de 2000 metros de profundidad del océano continuó calentándose en 2021 y se espera que siga haciéndolo en el futuro, un cambio que es irreversible en escalas de tiempo centenarias a milenarias.
Acidificación de los océanos
El océano absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2 antropogénico a la atmósfera. Este reacciona con el agua de mar y provoca la acidificación de los océanos, lo que supone una amenaza para los organismos y los servicios de los ecosistemas y, por tanto, para la seguridad alimentaria, el turismo y la protección de las costas.
Nivel del mar
El nivel medio del mar a nivel mundial alcanzó un récord en 2021, tras aumentar una media de 4,5 mm al año durante el periodo 2013 -2021. Esto supone más del doble de la tasa registrada entre 1993 y 2002 y se debe principalmente a la pérdida acelerada de masas de agua en las capas de hielo. Esto tiene importantes implicaciones para cientos de millones de habitantes de la costa y aumenta la vulnerabilidad a los ciclones tropicales.
Inundaciones
Además, de un gran número de víctimas mortales, las inundaciones provocaron pérdidas económicas por valor de 17.700 millones de dólares en la provincia china de Henan, y en Europa Occidental se produjeron a mediados de julio algunas de las inundaciones más graves registradas, con pérdidas económicas en Alemania que superaron los 20.000 millones de dólares.
Sequías
Las sequías afectaron a muchas partes del mundo, como el Cuerno de África, Canadá, el oeste de los Estados Unidos, Irán, Afganistán, Pakistán y Turquía. En la América del Sur subtropical, la sequía causó grandes pérdidas agrícolas y perturbó la producción de energía y el transporte fluvial.
Huracanes
El huracán Ida fue el más importante de la temporada del Atlántico Norte, tocando tierra en Luisiana el 29 de agosto, con pérdidas económicas en Estados Unidos estimadas en 75.000 millones de dólares.
Capa de ozono
El agujero de ozono sobre la Antártida fue inusualmente grande y profundo, alcanzando su superficie máxima de 24,8 millones de km2 (el tamaño de África) como resultado de un vórtice polar fuerte y estable y unas condiciones más frías que la media en la estratosfera inferior.
Alimentación
Los efectos combinados de los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y las crisis económicas, agravados por la pandemia de COVID-19, socavaron décadas de progreso hacia la mejora de la seguridad alimentaria en todo el mundo.
Migración
Los riesgos hidrometeorológicos siguieron contribuyendo a los desplazamientos internos. Los países con mayor número de desplazamientos registrados hasta octubre de 2021 eran China (más de 1,4 millones), Filipinas (más de 386.000) y Vietnam (más de 664.000).
Ecosistemas
Los ecosistemas -incluidos los terrestres, los de agua dulce, los costeros y los marinos- y los servicios que prestan, se están viendo afectados por el cambio climático, aunque de forma desigual. Algunos se están degradando a un ritmo sin precedentes. Por ejemplo, los ecosistemas de montaña -las torres de agua del mundo- están profundamente afectados. El aumento de las temperaturas aumenta el riesgo de pérdida irreversible de los ecosistemas marinos y costeros, como las praderas marinas y los bosques de algas. Los arrecifes de coral son especialmente vulnerables al cambio climático. Se prevé que pierdan entre el 70 y el 90% de su antigua área de cobertura con un calentamiento de 1,5 grados y más del 99% si este llega a los 2 grados.
Ante estos preocupantes datos, Guterres propuso cinco medidas indispensables para avanzar hacia la transición energética:
- Tratar las tecnologías de energía renovable, entre ellas el almacenamiento en batería, como bienes públicos mundiales esenciales y de libre acceso
- Asegurar, ampliar y diversificar el suministro de componentes y materias primas fundamentales para las tecnologías de energía renovable
- Crear marcos legales y reformar la burocracia para igualar las condiciones en favor de las energías renovables
- Apartar los subsidios a los combustibles fósiles para proteger a los pobres y a las personas y comunidades más vulnerables
- Triplicar las inversiones privadas y públicas en energías renovables hasta alcanzar al menos cuatro billones de dólares al año
“Las energías renovables son el único camino hacia una verdadera seguridad energética, hacia precios estables de la electricidad y hacia oportunidades de empleo sostenibles. Si actuamos unidos, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI”, aseguró Guterres.